5.9.16

Inclusión educativa de personas discapacitadas: ¿Cómo estamos?



La incorporación de las personas con discapacidad en las escuelas y colegios “normales”, es decir de educación regular, se ha triplicado en los últimos años; sin embargo, la atención a este sector todavía tiene mucho por avanzar y la pregunta es ¿qué se ha hecho y se hace hasta ahora?
La imposibilidad de acudir o de aprender adecuadamente en una unidad educativa es una dificultad con la que a diario viven miles de personas en el país que tienen problemas para trasladarse de manera independiente, leer, escuchar, entender o simplemente socializar con los otros.

Según el Censo nacional de Población y Vivienda 2012, unas 300 mil personas afirmaron que tiene alguna discapacidad, entre las que prevalecen la dificultad motriz y los problemas de la vista.

Sin embargo, esas cifras comprenderían a personas con distintos problemas de salud que no son consideradas precisamente como discapacidad para términos de trabajo en favor de ese sector, por lo que la cifra sería mucho menos, aunque eso sí, no existe una cifra consolidada a nivel nacional, pues los distintos registros varían mucho, indica el viceministro de Educación Alternativa y Especial, Noel Aguirre.

Aguirre destaca que Bolivia es uno de los pocos países –sino el único en algunos espacios– en tener un viceministerio dedicado al área de educación especial y alternativa, debido a que usualmente este sector suele ser relegado y de hecho, actualmente todavía lo es en algunos niveles de gobierno dentro del marco de la recepción de presupuesto.

Para cambiar esta realidad y comprender que la educación especial es una obligación de las autoridades, es necesario que la sociedad se sensibilice sobre el tema que por ejemplo, construir una infraestructura para personas con discapacidad es un proyecto importante para un municipio o una comunidad, comenta la autoridad.

Y es que hay autoridades que consideran que la educación especial es una tarea del nivel central o es un problema alejado de su espacio de trabajo.

Actualmente en Bolivia se logró incorporar a unas 20.000 personas con discapacidad en las escuelas y colegios de educación regular, cuando en 2006 la cifra era de 6.000.

Sin embargo aún hay mucho por hacer, pues en Bolivia son necesarios además centros especializados para los distintos tipos de discapacidad, en ellos, los niños con discapacidad podrán adquirir conocimientos básicos para aprender y relacionarse, y así poder ser incluidos en el sistema regular.

CHUQUISACA
En Chuquisaca, uno de los centros que más destaca es el Instituto Psicopedagógico “Ciudad Joven” San Juan de Dios, debido a que recibe una gran cantidad de personas con discapacidad del sur del país, comenta Aguirre, aunque destaca al Departamento en el área de educación alternativa con el Centro de Formación Integral Rural (CFIR) VERA en Yotala, y en la alfabetización debido a que Chuquisaca tenía una de las tasas más altas del país y representa uno de los porcentajes de mayor avance.

PRESUPUESTO POR ADECUAR
La falta de inversión en el área de la educación especial es, para el Viceministro, no sólo un problema de falta de presupuesto, sino también de asumir políticas públicas.

“Lastimosamente en la sociedad todavía queda la mentalidad y comprensión reducida de pensar que la educación termina y comienza con la escuela y cuando hablamos de educación especial y alternativa parece algo que no existe y se debería hacer en otro lado y no se asume la política pública”, comenta el Viceministro en una entrevista con CORREO DEL SUR.

Posiblemente haya mala comprensión del presupuesto, pero obviamente no se vuelve prioridad invertir en educación especial y alternativa cuando para las personas con discapacidad es una obra de profunda significancia social, remarca.

CURRÍCULA EDUCATIVA ESPECIAL
La educación especial fue una tarea que inicialmente se encaró por organizaciones sociales o fundaciones que se dedicaron a atender a personas con discapacidad, que aunque buscaban ayudarlas de distintas maneras, no seguían una línea curricular, indica Aguirre.

Hace tres años se puso en vigencia el documento de “Lineamientos curriculares y metodológicos para la educación inclusiva en el ámbito de la educación especial”, que define los objetivos, contenidos, forma de graduación y evaluación de las personas con discapacidad.

Con base en ese texto, se aplican en el país currículos específicos para personas con sordera, ciegas o con discapacidad intelectual. Para las personas con problemas físicos todavía se desarrolla y respecto a la discapacidad múltiple es aún “complicado pues se debe trabajar más, explica Aguirre al anunciar que para la próxima gestión se lanzará el programa especial para la discapacidad psíquica.

ESPECIALIZACIÓN DE MAESTROS
Uno de los principales problemas para lograr la educación de todas las personas con discapacidad es la falta de profesores especialmente formados para esa área. Actualmente ya se tiene maestros con grado de licenciatura preparados para enseñar a las personas con discapacidad. La primera promoción salió hace dos años y para las personas que ya ingresaron al área existen cursos de PROFOCOM particulares.

Sin embargo, la tarea pendiente todavía es ardua y así lo reconoce la autoridad pues aún se conoce de casos de niños que no son aceptados en las guarderías o centros educativos públicos o privados, debido a las dificultades de lidiar con su discapacidad, ya sean públicos o privados, otros que no cuentan con una atención especializada para aprender a comunicarse y muchas más personas que son retenidas en sus hogares, alejadas de centros de educación y de la posibilidad de desenvolverse en la sociedad.

EN CHUQUISACA
- A nivel nacional se considera que Chuquisaca tiene uno de los mejores centros de educación alternativa (para adultos). El Centro de Formación Integral Rural (CFIR) Vera en Yotala, es considerado un modelo en el país.
- En el caso de analfabetismo, Chuquisaca tenía uno de los índices más altos del país, por lo que su avance es muy destacado al llegar a considerarse libre de analfabetismo (con un índice menor al 4%, pese a que en el Censo volvió a aumentar).
- El Instituto Psicopedagógico en Sucre recibe a personas con discapacidad del sur del país, por lo que destaca en su labor de atención al sector. Su amplia cantidad de atenciones en distintos servicios médicos es considerable.
- En Bolivia no existe una cifra consolidada sobre la cantidad de personas con discapacidad. En el Censo 2012, más de 300 mil personas se consideraron con algún tipo de discapacidad, una cifra relativamente alta; se prevé realizar un censo especial en los próximos años.

ENTREVISTA
Atención a domicilio, un reto en la educación especial
El viceministro de Educación Regular y Alternativa, Noel Aguirre, explica cómo se avanza en la educación especial a domicilio en el país.

Correo del Sur (CS): ¿Había la posibilidad de que maestros den educación especial en domicilios, cómo se avanzó con esta medida?
Noel Aguirre (NA): Sí, no es para todas las personas con discapacidad, una buena parte ya la tenemos en escuelas, ahora tenemos que buscar otras poblaciones y la que aparece rápidamente es la de las que no pueden salir de su casa, por ejemplo las que tienen parálisis completa y tienen una discapacidad que afecta su relacionamiento social.
Entonces, intentando con dos ministerios (más), justicia, salud y educación, implementamos la educación en casa. Según registros de salud, vimos que hay unas 1.000 personas que no salen de su casa y quieren estudiar y hemos seleccionado un primer grupo porque hay que vigilar esto y ver que sea individualizado, así que escogimos a los 90 más severos, según evaluación médico, social y educativa.
Por ejemplo para una mayoría es necesaria una computadora, les daremos computadoras que ahora están en licitación y les caerá re bien, ahora algunos necesitan una mesa como las de hospital por ejemplo, para hacer su tarea en la cama.
Todos necesitan material educativo. Les daremos una dotación y mínimamente algunos implementos de salud, esto lo va a invertir salud, estamos en plena compra, ya hemos hecho las evaluaciones. Pero también debemos constituir equipos de maestros porque se tiene que ir uno por uno a todas las escuelas y hemos constituido un equipo de como 15 maestros de todo Bolivia que son los que van a dirigir en cada departamento.
En unas semanas más se va a aprobar un decreto en el que se invitará a todos los demás maestros para que se sumen –porque necesitamos cientos– con estímulo de categoría, años de antigüedad, etcétera; ya tenemos una lista inclusive de personas voluntarias y a ellos debemos capacitar en los departamentos.

CS: ¿En los departamentos será un trabajo voluntario o con ítem?
NA: Un equipo base tendrá ítem y ese equipo base que será pagado tendrá voluntarios, todos maestros. Además, se van a inscribir a estos (programas) niños y jóvenes, unos necesitarán educación primaria, otros por la edad necesitarán educación alternativa y una tercera opción, que es probable que no pueda acabar sexto de primaria por su discapacidad, será la que necesita desarrollar ciertas capacidades de autonomía.
Cuando hay una discapacidad intelectual muy severa se trabaja en la autonomía y la independencia personal. Que un niño, por ejemplo, se levante y pueda ir al baño, tender su cama, arreglar su cuarto, hay algunas personas que ni eso pueden y enseñarles a comer es como un doctorado por ejemplo, es una cosa maravillosa que puedan comer.
Otro (punto) es la autonomía social, que (el niño) pueda salir al barrio a la escuela, y la económica.
Trabajaremos con la autonomía individual y social y (el niño con discapacidad) se inscribirá en escuelas más cercanas donde debemos capacitar para que la escuela, el curso y los niños deban irlo a visitar, queremos resolver el problema social con esto; ya hemos capacitado, evaluado y preparamos materiales.

CS: Entonces, desde su punto de vista, ¿el principal problema en la educación especial son las barreras sociales, la infraestructura o la capacitación?
NA: Si me pide categorizar, el principal problema es sensibilidad social y de comprensión de que nosotros seguimos creyendo que en Bolivia y en el mundo todas las personas somos iguales y si vemos a alguien con discapacidad, pensamos que es menos que nosotros y actuamos de dos maneras, con misericordia o los marginamos “hijito no te juntes con este, te va a contagiar”, por ejemplo; entonces, debemos entender que lo primero que somos es ser diversos, si alguien tiene discapacidad en algunas cosas, tiene capacidades muy grandes en otros campos.
Nos enseñan muchas cosas.

Ahora, por detrás se necesitan muchas cosas materiales, por ejemplo una buena escuela promedio normal de educación regular necesita unos 4 a 8 millones de bolivianos, un buen centro de educación especial, el último que construimos como Gobierno Central en Cobija tiene una inversión de 16,6 millones de bolivianos, como mínimo, es el doble de una escuela regular.
Si pusiéramos a funcionar todo lo que necesita sería otros 10 millones de bolivianos en equipamiento, son fuertes inversiones porque hay que equiparar las condiciones.

Por ejemplo, si soy una persona ciega, mínimo debería tener una pizarra Braile o una computadora con programa especial y cada programa bordea los 1.000 dólares, pero son miles de necesidades.
En tercer lugar está la especialización, que avanzamos bastante, y el trabajo interdisciplinario pues tenemos que coordinar en salud, y otros, en esto hemos avanzado y debemos avanzar más el programa de educación en casa que será el mejor ejemplo.
En realidad son muchas cosas por hacer, pero que (las) estamos resolviendo poco a poco, ahora si uno compara con las deudas que teníamos de 180 años atrás, ya pues (avanzamos, pero) quedan bastantes cosas por hacer.

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