4.1.15

Tributo a la maestra orureña Sara Ismael Mussa

El legado de los maestros que eligieron, tras madura reflexión, el mensaje de la pasión según San Mateo, La flauta mágica y la Oda a la alegría para unir inseparablemente la perfección de su arte con su definitivo culto por la humanidad (1)

La música es terapia, murmullo para los oídos, melodía que eleva el espíritu. Los instrumentos de viento, de cuerda, teclado constituyen una orquesta. Quien interpreta como solista adapta y al deslizarse los dedos dan vitalidad, la magia se apodera del silencio y alcanza toda la expresión, precisamente en el tono más elevado se diferencian los instrumentos.

No podría clasificar la magnitud y relevancia de las herramientas musicales, todos tienen su sonoridad, cada uno tiene valía y estilo en la historia. En esta ocasión el piano revela y exalta, precisamente algunos inmortales a través de su legado musical han dejado dominio con influencia de Juan Sebastián Bach.

En esa corriente musical, surge primero como alumna, después docente, sigue en ascenso como Directora, fundadora y finalmente es consagrada como Maestra de Maestras Sara Ismael Mussa. Nació en Oruro en 1927, hija de Sari Ismael y Miriam Mussa, tuvo 3 hermanos: Elías, Fisal, Omar y su hermana querida Miriam. Sara junto a su familia por mucho tiempo vivió en calle Ayacucho entre Washington y Camacho.

Sara Ismael tenía talento, desde siempre cultivó y conservó hasta el final de sus días equilibrio y virtud. Destacó en sus conciertos la pasión inolvidable del piano. En nuestra ciudad la Profesora chilena Margot Bellet formó en la destacada alumna, seguridad y perseverancia. Trabajó en la Escuela de música "María Luisa Luzio", primero como Maestra, Directora del Coro Polifónico y posteriormente se responsabilizó de la institución hasta 1958. Gestionó para que la Escuela de Bellas Artes que tenía dos secciones: Musical y Artes Plásticas, sean independientes.

Exigencias ilimitadas permitieron abrir otros caminos, en esos avatares quiso competir consigo misma para ver los preludios que había trazado, llegando a ser alumna del maestro Mario Estensoro.

La vida incesante da una oportunidad, inclina la balanza del empeño y oportunidad, siendo integrada como Subdirectora del Coro Polifónico Nacional de la ciudad de La Paz, el calendario marcó el año 1959, definitivamente dejó nuestra ciudad.

Como protagonista se sometió a la prueba de competencia, en 1960 fundó y fue designada Directora de la Discoteca de la Universidad Mayor de San Andrés, su arte, disciplina y consecuente con el teclado, la convierten en profesora de piano del Conservatorio Nacional de música y es el comienzo de sus movimientos musicales que posteriormente habrían de consagrarla.

Todo este cúmulo, motivó ser designada Asesora de la Subsecretaría de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura y Jefa del Departamento de música que recientemente había sido creado como Instituto Boliviano de Cultura, durante los años de 1972.

Todos estos adagios permitieron sea nombrada Secretaria del Comité Intercultural de Música (Unesco) Filial Bolivia.

Obtuvo galardones como solista de la Orquesta Sinfónica Nacional, pianista en recitales individuales y acompañante de renombrados intérpretes nacionales e internacionales, las giras como intérprete y acompañante de solistas y grupos de cámara. Promocionó la presentación de jóvenes pianistas de América Latina a través de invitaciones a importantes centros musicales y diplomáticos.

La riqueza obtenida a través de la experiencia, permitió dictar cursillos en la Universidad "Tomás Frías" de Potosí, Asociación de Profesores de Música en la ciudad de La Paz y a nivel nacional en el Conservatorio Nacional de Música.

Convertida en una personalidad, recibió múltiples distinciones, diplomas de las Universidades de Oruro y La Paz, de los Profesores de Educación Musical, Instituto Boliviano de Cultura, Sociedad Boliviana de Actores, Sociedad 10 de Febrero (Oruro), Universidad Técnica de Oruro y Damas Atenienses, de la escuela de música "María Luisa Luzio".

Su pasión por el piano y su talento merecido y reconocido la llevó a obtener Medallas del Centro Cultural "Minerva" (Oruro), Mesa Redonda Panamericana Filial Oruro, Illimani de Oro, Rotary Club Miraflores, Medalla Piano Art Cochabamba, Medalla y Kantuta de Oruro, Conif Nacional, Mus-Art. Plaqueta de Oruro del festival "Chopin" realizado en el Centro Portales por exalumnas. La Alcaldía de la ciudad de La Paz le otorgó la Tea de la Libertad en el grado de gran mérito, por su inagotable e innegable labor cultural y dedicación musical.

Plaquetas de la Escuela de Música "María Luisa Luzio" Oruro y Sociedad Filarmónica de la ciudad de La Paz, marcaron su agenda lírica, inacabable de conciertos y enseñanza.

Jóvenes pianistas formados en una generación notable, desarrollan su talento con magníficos resultados, influenciados por buenos augurios y el legado que dejó la Maestra Sara Ismael Mussa. Una prueba de esta fortuna fue la organización de concursos de piano para jóvenes y niños a nivel nacional y local, de talleres musicales, realización de Festivales Nacionales. Fundación de Instituciones Culturales (Sociedad Filarmónica y Armonía en la ciudad de La Paz) e intervención en encuentros nacionales e internacionales de profesores y alumnos.

Destacó en los Conciertos No. 1 de Tchaikovsky, tocó con la Orquesta Sinfónica Nacional. Nuestra pianista orureña Maestra de Maestras, fue motivo de tributo por sus alumnas en un concierto de gala, en el Teatro Municipal de La Paz para enaltecer su inacabable talento y paciencia, el 22 de agosto del 2005.

Se unieron: Luz Bolivia Sánchez, Grace Rodríguez, Ana María del Carpio, Rosario Sanabria, María Eugenia Soux y Selma Paulety. La violonchelista Marianela Cassano, la soprano Alejandra Wayer y la mezzosoprano Beatriz Méndez.

Su existencia fue esencia y pasión por la música, sembró cronológicamente un cosmos de generaciones, sin este arte como se ovaciona a otros, no habría trascendencia ni testimonio de las teclas, violines y una fila de instrumentos de orquesta. No se debe olvidar a este talento, como otros personajes orureños, dejó la impronta de afectos y partituras, magistrales conciertos, el credo de su vocación, una revelación de aportes a la cultura orureña y boliviana.

Llegó el instante de la cosecha, registro compartido por alumnas y alumnos de todas las edades, con un calendario interminable para desarrollar sus destrezas.

Quedan su obra y talento con el sentido de que Sara Ismael Mussa integró los ritmos reflejando emoción y pureza en la enseñanza.

María Teresa Rivera de Stahlie hizo una ofrenda en Página Siete a la memoria de Sara Ismael, y Liliana Aguirre destacó a los músicos que velaron y despidieron el cuerpo de la insigne pianista orureña.

La Sociedad Cultural Armonía, ofreció un Concierto Lírico en el Centro Sinfónico, rememorando el primer año de actividades y rindió homenaje a la Maestra Sara Ismael Mussa, denominado "Momentos inolvidables de ópera y zarzuela".

A los 87 años reposa en el Cementerio Jardín de la Ciudad de La Paz, sobre ella brilla la solemnidad, la virtud que la caracterizó. Enseñó con el corazón y encantó con su estilo de piano. La Maestra Sara Ismael Mussa contribuyó al arte musical, dejó en sus pupilos el testimonio de sus rasgos, honró a sus mentores, a la Escuela de Música "María Luisa Luzio" y a nuestro Oruro tan profundo de talentos. En este episodio de memorias desde lejos una Sonata a la artífice de instituciones y generaciones culturales, al César lo que es del César.



Datos:

1 Enciclopedia de la música.

2 Referencias Flía. Mussa, Verástegui.

3 Lic. Zelma Paulety.

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