1.8.14

El profesor que creó un organizador exitoso y 100% boliviano

Lo que fue la rodilla de una vaca yace sobre el pupitre: La clase de biología ha comenzado. La Unidad Educativa Holanda es el epicentro de la práctica de un método que ha garantizado un 99% de aprobados en dos materias de secundaria. Su nombre es organizador Carmucs Ovas. Fue creado por el profesor Carlos Murillo que sostiene que es el primer organizador gráfico creado en Bolivia.
El Carmucs Ovas es un organizador que sigue cuatro pasos básicos: categorizar, codificar, hacer un gráfico y decodificar. El profesor Murillo, que enseña biología y química, se inspiró en los famosos "slams”, cuadernos que un estudiante da a sus amigos para que respondan a una serie de preguntas personales y dibujen.
"Era muy fácil reconocer a la persona por el dibujo y con pocos datos, así empecé a dar los primeros pasos del organizador en 2009 (...). También soy docente universitario en la carrera de Derecho en la UPEA. En 2012 llevé mi idea a los alumnos, con ellos empezamos a codificar la información”, explica.
El término Carmucs Ovas está conformado por las iniciales del nombre de su creador y de su hija Sally, y Ovas significa Organizador Visual de Aprendizaje Significativo.
En la actualidad, forma parte de la enseñanza de cientos de alumnos en la Unidad Educativa Holanda, ubicada en la zona Cementerio General. Ellos utilizan el organizador en otras materias. La razón es simple, hace mucho más sencillo el estudio, según cuentan.
¿Cómo funciona?
La clase de hoy trata de las articulaciones. Durante la lección el profesor irá dibujando varios círculos en la pizarra.
La lección inicia ubicando el primer y principal círculo, dentro de éste va la letra C de concepto. En ese momento se define el concepto de artrología, que es el estudio de las articulaciones.

A ese círculo se conectarán otros. Cada uno tendrá una, dos o tres letras en su interior. Así se empieza a categorizar los conceptos más importantes de la lección.
Aquellas que son ubicadas dentro de cada círculo no son otra cosa que la primera letra de la palabra cuyo concepto se define. El profesor denomina a esas palabras códigos.

Así el código de la palabra "articulación” será A; "partes de las articulaciones”, será P A, etcétera. Cada nuevo códigos se ubica dentro de un círculo.
De esta forma, el código A, dentro del organizador, sólo significa una cosa: articulación.
Poco a poco, los círculos se van ubicando en forma jerárquica en la pizarra a medida que se desarrolla la clase. Como si se tratara de la famosa cadena del ADN se van conectando entre ellos.

Para que los conceptos se entiendan de forma práctica, el profesor complementa la información recurriendo a la rodilla de la vaca; incluso hace que sus alumnos se pongan de pie para que muevan sus articulaciones.
"Es más fácil para estudiar, porque antes de un examen me toma sólo de 15 a 20 minutos”, dice Edgar Flores, de quinto de secundaria.
Dibujar sobre el organizador
Una vez que todos los conceptos se han convertido en códigos, el siguiente paso es hacer un gráfico. Cada alumno es el encargado de hacer un dibujo individual inspirado en la forma que tomó su Carmucs Ovas.
Sobre la forma algo abstracta de los círculos que contienen los códigos, cada uno plasma lo que su creatividad le hace imaginar, desde la mascota del Mundial de Fútbol 2014 hasta un dinosaurio.
Los círculos terminan al interior del cuerpo de un zorro o un búho. Se extienden por su torso, sus patas, su cabeza o sus orejas.
El profesor argumenta que el Carmucs Ovas es el único organizador creado en Bolivia y que permite un aprendizaje significativo a través de una exposición -con la demostración de la extremidad de la vaca- que permanecerá en la memoria del estudiante.
A ello se le suma elaborar los códigos, su orden y el gráfico.
"Yo lo he aplicado en otras materias y funciona igual de bien que en química o biología. Por ejemplo, en historia o lenguaje y es mucho más fácil”, detalla la estudiante Cielo Lliulli de quinto de secundaria.
Pero no basta con hacer el gráfico hay que recordar lo que significa cada código y la forma en que los círculos se han unido.
Los alumnos repasan en clase lo que significa cada uno de los códigos, lo que se denominó como decodificar.

"Tenemos la lección abreviada con el organizador y eso nos ayuda a tener un conocimiento didáctico. Si algo se nos escapa recordamos la clase práctica”, manifiesta Vanesa Cerrogrande que cursa el quinto de secundaria.
En un extremo del aula algunos alumnos filman la lección íntegra con sus celulares para luego repasarla antes de los exámenes. Para ellos y Murillo es una herramienta de estudio.
Para el profesor la forma de enseñar debe cambiar. "Escriben hojas de hojas; lo que provoca eso es que el estudiante aprenda de memoria para el examen y al concluirlo se olvide de todo”, concluye.

No tienen laboratorio
"Cuando tenemos lecciones en el aula y se hace la demostración, por ejemplo, del aparato digestivo de un animal, queda un olor desagradable (...). No tenemos un laboratorio y la Unidad Educativa Holanda es la más grande del distrito; es una gran necesidad”, dice la alumna de tercero de secundaria, Micaela Cutile. Todos sus compañeros comparten esa opinión.
El director de la unidad educativa, Óscar Salvatierra, explica que existía un proyecto para hacer un laboratorio. Sin embargo, los directores del turno de la tarde y la noche se opusieron. "No se preocuparon (...). Dijeron que no funciona debido a experiencias pasadas que habían tenido”.
La unidad educativa existe hace 56 años. Hay registro de que en décadas pasadas contaba con un laboratorio en un bloque donde ahora existen nuevas aulas.

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