20.7.14

Prevención de bullying se implementa poco a poco en colegios

Las acciones para prevenir el acoso escolar o bullying en las unidades de Cochabamba son implementadas parcialmente. En algunos casos los estudiantes son bombardeados por información de maestros y en otros, los educadores no recibieron ninguna capacitación o instrucción sobre cómo reaccionar en caso de identificar el hostigamiento.

La Dirección Departamental de Educación emitió un comunicado a todas las unidades educativas, a principios de año, para instruir a los directores y maestros “estar alertas ante un posible caso de bullying en los colegios”, según informó el director departamental de Educación, Jorge Ponce.

Pero además existen otras instituciones públicas, como el Defensor del Pueblo y la Defensoría de la Niñez y Adolescencia que realizan capacitación a directores y maestros.

“Hemos tenido talleres entre maestros y padres de familia”, señala el profesor de Psicología de la unidad educativa América de Quillacollo, René Arias, al señalar que en su caso fueron convocados por la Dirección Distrital de Educación y posteriormente por la Comisión de Educación de la Alcaldía.

“Reconozco a un estudiante víctima de bullying si está aislado y no conversa con nadie. Eso para mi ya es un indicador y empezar a indagar”, explica el maestro. En la unidad educativa de Arias 45 de 63 profesores fueron capacitados en este tema.

María Luisa Aranda, maestra de la materia de lenguaje de la unidad educativa Soledad Riva de Vinto, señala que en su establecimiento no recibieron ninguna capacitación ni notificación, sin embargo cree que hasta el momento no se han registrado hechos de esta naturaleza. “Como son chicos de provincia, no se ve mucho este tipo de situaciones como en la ciudad. Los jóvenes son muy tranquilos”, indica Aranda.

La maestra explica que en caso de darse o advertirse un hecho de bullying los maestros inicialmente hablan y tratan de solucionar el problema con los estudiantes. Cuando el problema es mayor pasan el caso a la comisión de disciplina del colegio, que está conformada por un grupo de maestros, y las determinaciones en situaciones graves pasan por llamadas de atención, reuniones con los padres de familia o tutores, sin descartarse la suspensión del estudiante.

“El colegio no tiene psicólogos o psicopedagogos, así que si necesitamos recurrimos a la Defensoría de la Niñez”, acota Aranda.

Para Jhovana Amurrio maestra del colegio Nuestra Señora de la Merced los estudiantes tienen abundante información. “Ellos saben más que nosotros. Cuando queremos hablarles los estudiantes nos dan cátedra”, dice Amurrio explicando que, en la mayoría de los casos, sus estudiantes reciben información de los medios de comunicación, y en menor grado de sus padres de familia.

Carolina Rojas, estudiante del Instituto Americano, comparte la apreciación de la maestra Amurrio. “En mi colegio tooodos nos hablan de eso. Nos dan talleres, exposiciones grupales, para saber cuando es bullying y qué debemos hacer”, relata Rojas.

Jorge Bilbao, padre de familia dice que sus hijos recibieron la capacitación suficiente. “En el colegio se habla mucho sobre ese tema, mis hijos tienen bien definido el concepto de bullying”.

Pese a que hay bastante información, como afirman Amurrio, Rojas y Bilbao, existen casos en que la dejadez y desinformación del maestro hace que el acoso escolar continúe silenciosamente. Andrés N.N. es un claro ejemplo de esta situación. A sus cinco años, el niño es acosado por otro que muestra una actitud violenta hacia él en el kinder. “Todos los días me patea o me pellizca a propósito”, cuenta el pequeño. Un día Andrés llegó a su casa diciendo. “¡Hoy fue el día más feliz de mi vida!”, y cuando sus abuelos le preguntaron la razón él les respondió que Kevin -su agresor- no había asistido al kinder.

Alertados, los abuelos hablaron con sus padres quienes indicaron que conversaron con la maestra y la madre del niño pero en respuesta solo recibieron indiferencia y maltrato. “Lo vamos a cambiar de colegio”, decidieron los padres.

El asesor jurídico de la Dirección Departamental de Educación (DDE), Felipe Marca, señala que la determinación de cambiarlo de colegio no es la más acertada. “Si el niño se va el problema no ha sido superado. La víctima se irá con el trauma y el agresor continuará con la misma actitud hacia otros niños. Se debe ayudar en la superación del problema a la víctima y en la atención de las causas del agresor”, explica.

Días después Andrés llegó con otra herida. “Me clavó su lápiz en mi mano y la profesora ha podido sacar la punta que se quedó ahí y por eso está rojo”, contó el niño.

Luego de conocer los procedimientos, el abuelo fue a conminar a la maestra a que tomen alguna medida o caso contrario recurriría a la Defensoría.



Datos.

¿Qué es el bullying?

Es el maltrato físico y/o psicológico deliberado y constante que recibe un niño por parte de otro u otros, que se comportan con él cruelmente con el objetivo de someterlo y asustarlo.

Tipos

Físico: Empujones, patadas, agresiones con objetos, etc.

Verbal: Insultos y apodos, menosprecios en público, resaltar defectos físicos y otros.

Psicológico: Debilitan la autoestima del niño y fomentan su sensación de temor.

Social: Pretenden aislar al joven del resto de sus compañeros.

Señales para identificar

Se debe ver los cambios en el comportamiento del niño como; tristeza, llanto, irritabilidad, pesadillas, cambios en el sueño y/o apetito, dolores somáticos, de cabeza, de estómago, vómitos. Pierde frecuentemente sus pertenencias, aparece con golpes o rasguños. No quiere salir ni se relaciona con sus compañeros.

Seis pasos para la atención

El director departamental de Educación, Jorge Ponce, informa que el procedimiento para identificar y prevenir el acoso escolar inicia con la observación por parte del maestro.

Segundo, la identificación de estudiantes que presentan cambios en su comportamiento, ya sea de las víctimas como de los agresores.

Tercero, hablar con ambas personas para cerciorarse de lo que pasa e intentar solucionar el problema.

Cuando el problema no se supera viene el cuarto paso que es informar a la dirección del colegio. El quinto paso va porque el mismo director atienda el problema o derive el caso a una comisión disciplinaria o profesional psicólogo.

Cuando el caso es muy grave, viene el sexto paso, el director debe informar a la Dirección Distrital de Educación y éste a su vez intervenir con el apoyo de profesionales de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia. Todo el personal docente y administrativo, tienen la obligación de vigilar y denunciar el acoso escolar, caso contrario serán sancionados según el reglamento administrativo.

Padres se apoyan en cinco delitos de la justicia ordinaria frente al vacío legal

Javier (nombre ficticio) de 16 años fue sorprendido por su maestra tocando impúdicamente a Diego de primer curso. La profesora denunció el hecho y luego de realizar las investigaciones descubrieron que esto sucedía desde hace un par de meses atrás.

Diego relató a sus padres que Javier lo obligaba a tocarle los genitales y también le tocaba los suyos. “El niño nunca decía nada porque el mayor lo golpeaba y le quitaba su dinero si se negaba”, relata una de las maestras de la unidad educativa.

El padre exigió la expulsión del agresor de su hijo mientras que los maestros se veían atados de manos ya que el adolescente negaba las acusaciones señalando que solo lo hizo una vez y fue a modo de juego.

El padre se cansó de esperar una respuesta y decidió denunciar al adolescente ante el Ministerio Público por el delito de abuso deshonesto. El caso fue asumido por esta instancia legal y los maestros abandonaron las acciones que habían iniciado.

El acoso escolar o bullying empieza con actos que parecen inofensivos pero si no se atienden oportunamente terminan en irreparables daños para las víctimas y su entorno que debe seguir el curso legal en la justicia ordinaria, según explica el asesor jurídico de la Dirección Departamental de Educación (DDE), Felipe Marca.

Ante el vacío de una normativa específica que frene el bullying, a los padres solo les queda apoyarse en la justicia ordinaria recurriendo a figuras penales cuando, lamentablemente, el daño ya fue consumado.

Abuso deshonesto, discriminación, lesiones graves y gravísimas, y complicidad, son los delitos por los que padres de familia acusan a los agresores de sus hijos pero también a sus compañeros y/o maestros que no hicieron nada por ayudarlo.

Opiniones.

Paola Anzaldo

Madre de familia

En la escuela de mi hijo no brindan ninguna información al respecto, ni hijo fue víctima de este hecho en el bus escolar y sólo tuve que remitirme al responsable del vehículo con amenazas de informar a la directora del colegio.

Mabel Martínez

Psicóloga

Estamos capacitando a los directores distritales de educación para que éstos sepan cómo detectar un caso de bullying, pero también como abordarlos y qué procedimiento deben seguir cuando el hecho es muy grave.

Jorge Alberto Zenteno

Técnico Cochabamba 1

Lo más usual es que los padres para no tener problemas deciden cambiar de colegio a sus hijos y eso está muy mal. El agresor y la víctima deben recibir apoyo profesional para superar las causas de su actitud, y las secuelas.

Felipe Marca

Asesor Jurídico DDE

Maestros y administrativos que no denuncien un caso de bullying pueden ser sometidos a un proceso administrativo con sanciones que van desde una llamada de atención hasta la suspensión de un año sin goce de haber.

Tatiana Castro

Madre de familia

Más allá de las acciones sean suficientes o insuficientes, creo que aunque se vean indicios de maltrato, los profesores no le dan la atención debida. Con pasar un video sobre bullying en clase creen que es suficiente.


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